24 de marzo del 2012
Mi padre, el Doctor Juan Casado,
era un buen médico. Mejor dicho, era muy buen médico.
-¿Por qué?. – Por que amaba la
medicina.
Como él me decía: - No soy un buen médico solo por que sepa muchas cosas acerca del tema, es porqué la amo y es mi estilo de vida.
Como él me decía: - No soy un buen médico solo por que sepa muchas cosas acerca del tema, es porqué la amo y es mi estilo de vida.
A lo largo de mi vida (39 años)
he tenido diferentes profesiones, en las que he acabado fracasando. Hasta que
hace varios años recuperé las palabras de mi padre y las apliqué a mí mismo,
decidiendo poner en práctica lo que siempre ha sido mi vocación: La Fotografía
y la escritura. Desde que empecé con tal empresa mi vida ha cambiado a mejor,
sí que es cierto que en los tiempos que corren en España y “encefalográficamente”
hablando mi economía es prácticamente plana, pero estoy dispuesto a superar lo
que venga ya que amo lo que hago y me dedico a lo que realmente me gusta.
Elegir una profesión por motivos
como el prestigio, la tradición familiar o la media adquirida en la
selectividad, es un grave error. Es algo que merma totalmente nuestra calidad
en el ámbito laboral y nos impide evolucionar de manera efectiva en nuestra actividad.
¿Cuántas personas ingresan en las
facultades de magisterio cada año, por que no han conseguido suficiente media?,
muchas. ¿Cuántas personas siendo buenos estudiantes ingresan en las facultades
de medicina, simplemente por qué sus abuelos y su padres también eran médicos o
porqué añadir la palabra doctor a su nombre les da un valor añadido?, muchas.
Cuando en realidad son profesiones demasiado importantes para ser tratadas de manera tan banal.
Cuando en realidad son profesiones demasiado importantes para ser tratadas de manera tan banal.
Buscar la vocación de cada uno es
importante. Y todo esto se consigue canalizando la educación de los más jóvenes
hacia los intereses que realmente puedan tener. Debemos observarlos y potenciar sus cualidades
más destacadas para que en un futuro
puedan dedicarse a lo que saben hacer
bien. De poco importa que queramos que sean médicos, abogados o ministros, ya
que son ellos los que van a vivir y potenciar sus vidas. Nosotros tan solo las
canalizamos durante los primeros años. Hagámoslo de forma positiva.
Un saludo Marc Casado.
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